Hoy no es un buen día para practicar ciclismo en el paseo marítimo. Abundan los patines, patinetas, monopatines y bicicletas, regalos de Papá Noél.

Escapar para los cerros no me ha servido de mucho. Ayer doné sangre y el medio litro faltante se nota, el corazón bombeaba pero la sangre no alcanzaba.

Pero, el día está bellísimo y vale la pena ir a ver a los niños disfrutar de sus nuevos juguetes.