¡Siempre los bancos!
La verdad es que estoy cansado de escuchar que la culpa la tienen los bancos. En primer lugar, distingamos bancos de cajas. En su mayoría, son las cajas las que están en la peor situación y que han necesitado o necesitarán fondos públicos. A su vez, son los grandes bancos los que están en mejor situación y que producen los buenos resultados que, con razón, irritan tanto a la gente. Pero no confundamos unos con otros. Detrás de las cajas están los políticos, detrás de los bancos los banqueros.
Encima, tenemos confusión de nombres, en Valencia, tanto el Banco de Valencia (cuyo principal accionista y soporte es Bancaja, en realidad una caja de ahorros) y la CAM (Caja de Ahorros del Mediterraneo, de Alicante) están en tal mal estado que Bankia, la asociación de Cajas liderada por Caja Madrid y Bancaja, piensa vender las sucursales del Banco de Valencia y la CAM no pudo concretar su asociación en Banco Base pues las otras cajas, al ver el mal estado de sus cuentas, no la aceptaron. Valencia, como en muchas otras cosas, es un escándalo de malos manejos y derroche de dinero, pero no es sólo el PP el que está en falta, recordemos que la primer caja en hundirse fue la Caja Castilla-La Mancha, de una comunidad gobernada por el PSOE.
Todo esto viene a cuenta de señalar a los culpables: los políticos que forman parte de la administración de estas entidades y que han usado los fondos de estas cajas en sus proyectos, como el afamado caso de Terra Mítica, que, junto a otras entidades fallidas, forma parte del Grupo Bancaja, donde saltan a la vista los nombres de varias promotoras inmobiliarias tristemente famosas. Muchas de estas entidades no han servido sino para derrochar dinero en proyectos de dudosa valía sin ningún tipo de control o auditoría, como corresponde a las cuentas públicas. La inversión inmobiliaria formó una gran parte del capital de todas estas cajas y ya sabemos la burbuja inmobiliaria a qué nos llevó.
Burbuja cuya historia está bien contada en Españistán, un corto vídeo animado que sólo omite una cosa: echa la culpa a Aznar de comenzar el proceso que terminó en la burbuja, pero no menciona que en los años posteriores, ningún gobierno le puso coto y todos disfrutaron alegremente de la fiesta.
Entonces, volviendo al tema principal, la culpa no es tanto de los bancos sino de los políticos que a) establecieron las reglas para inflar la burbuja inmobiliaria y b) tenían el control de las cajas que más inflaron esta burbuja y que quedaron peor paradas y que ahora necesitan los rescates más onerosos. Que los bancos particulares y, hay que reconocer, algunas cajas como La Caixa, están dando buenos resultados no es más que lógico, ese es su razón de ser y aunque aprovecharon la burbuja, también supieron limitar su participación en ella, cosa que ningún político o entidad administrada por ellos, se atrevió a hacer.